Experiencia
sobre la descentralización de
distritos
Estudian en Harvard la
división de municipios de
Buenos Aires
Hurlingham será
presentado como caso piloto
en la prestigiosa
universidad.
Miércoles 9 de diciembre
de 1998
|
Howard Husock, defensor de
las autonomías
comunales Foto: Alejandro
Kaminetzky |
La experiencia de
la división de los grandes partidos
del Gran Buenos Aires cobró
dimensiones de exportación: un
experto de la Universidad de Harvard
visitó nuestro país para hacer del
actual municipio de Hurlingham un
caso de estudio para los futuros
administradores de gestión pública
norteamericanos.
El caso del
municipio creado a partir de la
división del partido de Morón será
analizado directamente por el propio
director del programa de Casos de
Estudio en Políticas Públicas y
Gerenciamiento de la Escuela de
Gobierno John F. Kennedy, Howard
Husock.
Husock es un
defensor de la teoría de la
descentralización. Para él, la
creación de gobiernos locales
redunda en una mejora de los
servicios, al tiempo que da la
posibilidad a los ciudadanos de
controlar de cerca la gestión de
gobierno.
Cuestiones tales
como cuál es el beneficio de la
autonomía local, qué tipos de
servicios deben quedar bajo control
del gobierno local, cuántos
empleados públicos debe tener un
municipio o cuál debe ser el perfil
de los funcionarios de gobierno,
fueron los principales puntos
desgranados por Husock, en diálogo
con La Nación .
-¿Cuál es el
objeto de estudiar el caso de
Hurlingham?
-La Kennedy es
una escuela de gobierno profesional,
no de ciencia política. Creo que las
teorías no son suficientes y que
nuestros alumnos deben confrontar
las realidades políticas y de
gestión. Los casos de estudio son,
justamente, un vehículo para eso.
Una de esas
cuestiones es la descentralización,
por eso el caso de Hurlingham es
bueno para estudiar, para poder
saber en qué estado quedó cada uno
de los municipios en los que se
dividió el antiguo partido de Morón.
Y encuentro esa experiencia muy
enriquecedora.
-¿Por qué se
eligió como caso testigo al
municipio de Hurlingham?
-Era muy
importante seguir de cerca este
proceso de autonomía, ver su
desarrollo casi desde cero. El
intendente de Hurlingham (el
justicialista Juan José Álvarez)
tiene varios desafíos y es
interesante, en este caso, observar
la lucha entre la meta de la
eficiencia y las metas políticas.
-¿Es una buena
idea dividir un partido?
-En realidad, lo
importante es saber si la división
resultó beneficiosa. El tema es
establecer si fue útil la secesión.
En teoría, dividir puede ser una
buena idea, ya que posibilita a la
gente tener más cerca a su gobierno
y, por ende, tener mayor poder de
decisión y de demanda. Pero el
desafío es instrumentar la
partición, ya que de hacerlo de un
modo erróneo puede significar que el
nuevo municipio caiga en bancarrota.
-¿Cuáles son
las claves para el éxito?
-Es difícil
decirlo, pero creo que hay que
prestar mucha atención a la
complementación entre las metas
técnicas y las políticas. Hay que
ser muy cuidadoso a la hora de
dividir un partido, porque existe la
posibilidad de crear nuevos
municipios que no tienen posibilidad
de sobrevivir. Por otra parte, es
fundamental una transparencia en la
gestión. Es necesario que el
contribuyente sepa qué se hace con
sus impuestos.
-¿Cuáles son
los aspectos beneficiosos de la
autonomía?
-Los que están en
favor de la descentralización
sostienen que así el gobierno está
más cerca de la gente. Eso
posibilitaría dar a la gente más
confort desde el gobierno, porque
cuando un gobierno está lejos es
difícil entender qué está pasando.
Cuando se trabaja
en una escala menor, se incrementa
el interés de los votantes, porque
el intendente no será una figura
distante: será su vecino, alguien
que tiene la posibilidad de conocer
de cerca las demandas de los
contribuyentes. Y si no tiene éxito
en la limpieza de las calles y en la
recolección de basura, por ejemplo,
la gente puede votar por otro que
cumpla con esas demandas.
El sentido común
indica que el gobierno local debería
tener bajo su control la mayor
cantidad de servicios. Debe tener
sus escuelas, sus hospitales, su
policía, ajustadas a la
idiosincrasia y a las demandas de
los contribuyentes del municipio.
-¿Cuáles
serían las dimensiones óptimas de un
nuevo municipio?
-La concentración
geográfica es un punto a tener muy
en cuenta. Pero también hay que
respetar las fronteras naturales de
una comunidad, el sentido de
pertenencia a una comunidad. En este
punto hay que estar muy atento,
porque la división puede contribuir
a crear comunidades que concentren
mucha pobreza. Aun así, creo que el
número ideal para un nuevo municipio
está entre 50.000 y 200.000
habitantes.
-¿Cuáles son
las diferencias de demanda, a nivel
local, entre los norteamericanos y
los argentinos?
-Hay que aclarar
que los servicios que son
municipales difieren entre un país y
otro. En los Estados Unidos hay
mucho más control local que en la
Argentina, pero el nivel de demanda
es diferente y la gestión pública de
los servicios es muy básica.
Hay
coincidencias, como en la demanda de
seguridad y de limpieza en las
calles. Pero ciertamente hay
diferencias: los norteamericanos
esperan que sus gobiernos locales
provean buenas escuelas,
instituciones centrales para la
identidad de la comunidad. Pero, a
diferencia de lo que ocurre en la
Argentina, van a hospitales
privados. Los gobiernos locales no
tienen responsabilidad en la salud
pública y prestan un servicio muy
básico.
En cuarenta años,
en los Estados Unidos, el número de
gobiernos locales creció de 16.807 a
19.279, y hay muchísimas comunidades
que desean ser autónomas, como los
habitantes del valle de Los Ángeles,
aunque todavía hay trabas en
nivel del Congreso. Aunque en rigor,
la Argentina parece estar, hoy, más
avanzada en esta tendencia.
Fernando
Rodríguez
Los porqués de la elección
El anfitrión del
profesor Howard Husock, el
intendente de Hurlingham, Juan José
Álvarez (PJ), no disimuló su
satisfacción por haber sido elegido
el distrito a su cargo como ejemplo
de la descentralización.
Tras escuchar al
director de la escuela de Gobierno
de la Universidad de Harvard,
Álvarez explicó a La Nación :
"Creo que, en nuestro caso, la
autonomía se sustentó en cuestiones
objetivas y afectivas. La autonomía
era necesaria desde el punto de
vista técnico, pero, además, era un
viejo anhelo de los vecinos de
Hurlingham, que sentían en sus
orígenes características
distintivas, como la cuestión de la
inmigración inglesa y el club de
polo, entre otras cuestiones".
Tras su escisión
del antiguo partido de Morón, en el
municipio de Hurlingham viven
180.000 personas, distribuidas en
tres localidades: Hurlingham (60.000
habitantes), Villa Tessei (70.000) y
William Morris (50.000). Según
Álvarez, "el 94 por ciento de la
gente del partido cree que está
mejor que antes de la partición".
El intendente
sostuvo que una de las claves de ese
éxito es lo que él llama la
"desideologización de la gestión
municipal": esto es, privilegiar
cuadros técnicos por sobre el
nombramiento de funcionarios por su
pertenencia política.
Álvarez enumeró
algunos logros de su gestión:"Hemos
conseguido un equilibrio
presupuestario y una complementación
entre las decisiones técnicas y las
políticas".
"Se consiguió la
privatización de la recolección de
residuos y el recambio del ciento
por ciento de las luminarias, una de
las primeras demandas de nuestros
vecinos", prosiguió.
La prestación de
salud es municipal. Hurlingham
cuenta con un hospital modelo y diez
centros periféricos, en los que,
según Álvarez, "se atiende al 75 por
ciento de la población del partido
sin cobrar un peso, ni siquiera como
bono contribución".
El intendente
agregó que aunque la Educación
depende de la gobernación
bonaerense, en su distrito se
brindan cursos complementarios de
apoyo a cerca de 800 alumnos.
Desde abril
último, Hurlingham cuenta con un
plan propio de seguridad, con el que
fue pionero en varias cuestiones:
tuvo la primera oficina de
asistencia a la víctima, el primer
foro comunitario de seguridad y el
primer sistema informatizado, que
unió en red a las tres comisarías
del partido, a la oficina de ayuda a
la víctima y a la intendencia.