Rotary Club Aldo Bonzi - Información Aqui

Escuela Básica 163 y Escuela Media 41  -  Mas Información, Clic Aqui!!!

Bomberos Voluntarios  -  Mas Información, Clic Aqui!!!

Envianos un EmaiL BonziWeb

Paginas Amigas de Bonzi web

 

Todas las noticias de  Aldo Bonzi!!!

Envianos tu noticia a: redaccion@bonziweb.com.ar


Días faltantes para el centenario de Aldo Bonzi:

 
BonziWeb en Facebook


30 de Enero de 2011 Compartir

Entendiendo los pararrayos

Varios de nuestros lectores nos manifiestan sus preocupaciones sobre los pararrayos en Aldo Bonzi, luego de las noticias que circularon últimamente sobre los efectos de ciertas descargas atmosféricas en regiones suburbanas con deficiencias en este tema.

Un pararrayos es un instrumento cuyo objetivo es atraer un rayo y canalizar la descarga eléctrica hacia tierra, de modo tal que no cause daños a construcciones o personas. Este artilugio fue inventado en 1753 por Benjamín Franklin mientras efectuaba una serie de experimentos sobre la propiedad que tienen las puntas agudas, puestas en contacto con la tierra, de descargar los cuerpos electrizados situados en su proximidad.
Están compuestos por una barra de hierro coronada por una punta que colocada en la parte más alta del edificio al que protegen. La barra está unida, mediante un cable conductor, a tierra (la toma de tierra es la prolongación del conductor que se ramifica en el suelo, o placas conductoras también enterradas, o bien un tubo sumergido en el agua de un pozo). En principio, el radio de la zona de protección de un pararrayos es igual a su altura desde el suelo, y evita los daños que puede provocar la caída de un rayo sobre otros elementos, como edificios, árboles o personas.

El principio del funcionamiento de los pararrayos consiste en que la descarga electrostática se produce con mayor facilidad, siguiendo un camino de menor resistividad eléctrica, por lo cual un metal se convierte en un camino favorable al paso de la corriente eléctrica. Los rayos caen también principalmente en los objetos más elevados ya que su formación se favorece cuanto menor sea la distancia entre la nube y la tierra.
El pararrayos obtuvo tal éxito que hasta la moda se apoderó de él: las mujeres elegantes de la época se paseaban bajo sombrillas de larga punta equipadas con una cadena metálica que se arrastraba por el suelo.

Como elemento protector de los circuitos eléctricos, se utilizan en la actualidad dos tipos de pararrayos, los de Resistencia Variable y los de Óxido de Zinc. Los primeros asocian una serie de expulsores y unas resistencias no lineales (varistancias) capaces de limitar la corriente después del paso de la onda de choque. Se caracterizan por su tensión de extinción a frecuencia industrial más alta bajo la cual el pararrayos puede descebarse espontáneamente. Los segundos están constituidos solo por varistancias y reemplazan a los anteriores cada vez más, ya que su característica principal es la no linealidad de las varistancias de ZnO, que facilitan que la resistencia pase de unos 1.5 Mohms a 15 Ohms entre la tensión de servicio y la tensión nominal de descarga. Últimamente se consiguen pararrayos de principios activos, dotados de elementos piezoeléctricos capaces de "vibrar" ante la cercanía de un rayo produciendo un potencial electroestático realmente atractivo para la descarga que llegara siendo los mas eficientes para canalizar esos elevadísimos voltajes evitando daños en un radio de cobertura superior.

En lo que se refiere a nuestra localidad, no es muy atendido el tema. Si buscamos serán muy pocos los pararrayos que encontraremos, siendo la mayoría de los mas básicos (tres puntas) y en su mayoría sin ningún mantenimiento. Por esta razón podríamos afirmar que nuestra zona tiene un altísimo riesgo de ser alcanzado por un rayo; eso explica la innumerable cantidad de veces en que luego de una tormenta muchos de los vecinos quedan con algún elemento electrónico dañado, sea un televisor, computadora o alarma.

Una interesante medida inicial seria que cada institución, organización o fabrica tome la iniciativa de equiparse con buenos pararrayos de ultima generación. Si analizamos estratégicamente la ubicación de las mismas seria bastante repartida la ubicación de estos dispositivos.

Existen además protectores atmosféricos que pueden ser instalados en los tableros de corte energético, tanto en casas como en comercios e industrias; estos elementos permiten derivar a tierra con gran eficiencia cualquier atmosférico que llegue a la instalación eléctrica tras impactar en la red eléctrica de la compañía prestadora de servicio. con estos dispositivos se impide el daño de equipos conectados a la red eléctrica. Últimamente existen además estos protectores para usos puntuales como son heladeras, o computadoras y se adquieren con mucha facilidad en comercios del ramo.

Si bien no hay que entrar en pánico, es bueno saber que Aldo Bonzi no abunda en pararrayos y no seria una mala idea seducir a los responsables de empresas e instituciones para la instalación de equipos actuales, recordando la obligatoriedad del mismo así como también el edificaciones de alturas por encima del resto y fincas donde existan elementos combustibles, como estaciones de servicio o depósitos de mercadería peligrosa.

Es mentira que los rayos resulten especialmente atraídos por construcciones cuyos techos son de chapa o cuentan con membrana asfáltica o cualquier elemento con contenido metálico.

Muy bueno seria un relevamiento oficial sobre la protección que estamos teniendo, acompañado del debido consejo y asesoramiento en cada caso donde sea necesario tomar medidas.

 

Posibles efectos peligrosos para la salud

Durante una tormenta la tensión eléctrica en la atmósfera puede llegar a valores de 200.000 a 1.000.000 V entre la ionosfera y el suelo. En todo el mundo se generan más de 44.000 tormentas con más de 8.000.000 de rayos , que descargan su energía a tierra. Los rayos y relámpagos son el reflejo de esta reacción de carga eléctrica entre la atmósfera y la tierra. El rayo se forma normalmente en las puntas más predominantes o de menor resistencia y en aquellos lugares donde el contexto ambiental facilite la transferencia de cargas que ionizaran el aire, como en este caso son los pararrayos.
En la atmósfera podemos encontrar, en buen tiempo, una diferencia de potencial de 100-150 Voltios por metro en tierra a nivel de mar. Según se forman los núcleos y células de tormenta, la tensión eléctrica aumenta progresivamente y con ella la ionización del aire , normalmente positiva (+) en el 85 % de los casos. Durante este proceso, la tensión eléctrica puede llegar a límites de tensión superiores a los 45.000 V/m en la punta del pararrayos.
Este efecto causa en la punta del pararrayos chispas diminutas en forma de luz, ruido audible a frito, radiofrecuencia, vibraciones del conductor, ozono y otros compuestos. Este fenómeno  arranca una serie de avalancha electrónica por el efecto campo, un electrón ioniza un átomo produciendo un segundo electrón, éste a su vez, junto con el electrón original, puede ionizar otros átomos produciendo así una avalancha que aumenta exponencialmente. Las colisiones no resultantes en un nuevo electrón provocan una excitación que deriva en el fenómeno luminoso. A partir de ese momento, el aire cambia de características gaseosas al límite de su ruptura dieléctrica, en ese instante, la descarga está a punto de aparecer y generar los daño colaterales del impulso electromagnético; el rayo es el resultado de la saturación de cargas entre la nube y tierra, se encarga de  transferir, en un instante, parte de la energía acumulada; el proceso puede repetirse varias veces en las instalaciones donde la resistencia de la tierra es menor.
El pulso electromagnético generado por el contacto eléctrico en el pararrayos, es el resultado del campo magnético transitorio generado por la corriente que circula en el canal de descarga del rayo. La corriente de neutralización fluye muy rápidamente, en proporción a la impedancia del canal de descarga y a la carga eléctrica de la nube, los rangos de crecimiento de estos pulsos de corriente, varía proporcionalmente según la descarga. Se han medido valores superiores a 510 kA por microsegundo, la media es de 100 kA por segundo, la energía radiada viaja a la velocidad de la luz, propagándose a grandes distancias y afectando grandes áreas geográficas.
Durante este proceso de carga y descarga, nos podemos sentir inquietos y con sensación electrizante, por causa del campo eléctrico de alta tensión que se genera temporalmente en la zona, puede cubrir unos 150-300 metros de radio, el estrés electromagnético puede aparecer y tener la sensación de respirar mejor o mas fresco, olor a ozono, ruido de chispas, dolor de cabeza, tensión nerviosa, hormigueo, pelos de punta, palpitaciones, etc.

Fuente: Cobertura Propia BonziWeb

 

 

   

 

 

 

 

 

Aldo Bonzi, La Matanza, Provincia de Buenos Aires, Argentina © 2005 www.bonziweb.com.ar