| Los verdaderos dueños de la 
				entrada 
					
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						Pese a todo lo 
						que se pueda averiguar, escuchar o discutir, las 
						evidencias demuestran que los auténticos dueños de la 
						entrada a Aldo Bonzi son los responsables de las 
						maniobras cotidianas de transporte de carga de la 
						multinacional CLOROX, en lo que ellos denominan "Planta 
						Aldo Bonzi".  
						Las fotos que 
						acompañan esta nota son del día de la fecha, poco 
						después de las 18Hs. cuando el caos vehicular provocado 
						intencionalmente por la empresa ya se diluía. 
						 
						La insolente 
						técnica utilizada por los camiones es apropiarse 
						completamente del carril de entrada (el único que hay), 
						obligando al resto de los vehículos a turnarse para 
						circular provocando desorden y peligro de accidente. En 
						el sector previo al puente ferroviario desplazan 
						levemente sus acoplados hacia la banquina prohibiendo 
						prácticamente el transito peatonal allí, por parte de 
						quienes deben terminar su recorrido en el colectivo por 
						colectora (servicios como el del 92 no ingresan a Bonzi, 
						vaya a saber por capricho de quien, pero es otro tema) 
						Debiendo tomar algún transporte publico que les ayude a 
						sortear la "patota camioneril de Clorox" y que no 
						peligre sus vidas entre maniobras abrutas e insolencia. |  
						
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						Aunque diversos 
						sectores de la comunidad se esfuerzan frecuentemente por 
						mejorar las relaciones entre Clorox y la vecindad en la 
						que ellos desarrollan sus actividades industriales 
						(nadie puede suponer que somos una comunidad que 
						desarrolla su vida alrededor de las actividades de una 
						industria), es realmente notable el escaso compromiso de 
						esta fabrica por agradar y respetar a la comunidad que 
						los contiene. 
						Como Bonzi no es 
						un parque industrial de los que se vienen dando en 
						diferentes regiones del conurbano bonaerense para 
						resolver las necesidades de industrias, la lógica indica 
						que ellos deberían tener un plan autentico de 
						convivencia y control, puertas afuera de la planta, para 
						evitar lastimar nuestra casa. Conocemos la noticia que 
						el área administrativa y ejecutiva de Clorox será 
						reinstalado en el edificio que poseen en la localidad de 
						Munro, en Vicente López, zona norte del conurbano, por 
						lo que desprende que ocurrido esto aquí solo quedara la 
						operatoria industrial y el caos aumentara 
						exponencialmente. La sensación es sencillamente que 
						Clorox se ríe de Aldo Bonzi, que nos creen estupidos y 
						poco reactivos; no deben subestimar a los ciudadanos de 
						este lugar, que si conocen sus derechos y se sienten 
						provocados a reaccionar.  
						Una empresa 
						seria y pujante debería pensar seriamente en migrar 
						estos operativos de carga y descarga a parques diseñados 
						para tal fin con sus plataformas de transporte en 
						condiciones y rutas para transportistas que no 
						sacrifiquen el bienestar de ninguna familia; pero seria 
						demasiado noble asumir ese cambio y llevarlo a la 
						practica. 
						Si 
						hipotéticamente mi vecino no me autorizara a entrar y 
						salir de mi casa normalmente y cada oportunidad fuera 
						una odisea, estaría considerando que dicho vecino es 
						mala gente y me obligaría a tomar medidas profundas y 
						hasta peligrosas. |  Como 
				dicen "quien mal anda, mal acaba". Entrar o salir de nuestra 
				casa es, a veces, una odisea de la que el transporte para 
				Clorox, es culpable, donde a esta empresa le importa poco o nada 
				el perjuicio que ocasiona. Las calles de Aldo Bonzi fueron 
				pagadas hasta el ultimo centavo por todos los vecinos, pregunten 
				a cualquier viejo habitante y lo sabrán. Jamás fueron diseñadas 
				para soportar el trafico de toneladas de mercadería. Los 
				camioneros eligen recorrer nuestras calles internas a modo de 
				atajo, destruyendo todo a su paso; Clorox parece disfrutar de 
				esto cuando diseña su estrategia de carga y descarga, el 
				municipio carece del coraje para comenzar a multar fuertemente a 
				los infractores. La entrada del barrio no es de nadie y es de 
				todos, las entidades se esfuerzan, pero dan pataditas en medio 
				de un océano de impedimentos y falta de atención. 
				Mientras... los vecinos nos vamos cansando... aquello que 
				promedia en nuestros cuerpos, adquiere dimensiones de sandia y 
				no tenemos que asombrarnos si un día la furia, cansada de ser 
				contenida, demuestra su enojo y grita a los cuatro vientos las 
				miserias de Clorox y su pandilla. Al 
				margen ,Vean este curioso volante que circula : 
				
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