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Los camiones y Aysa
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Hace algunas semana tomábamos
contacto con Aysa para obtener información sobre
los camiones cisterna que cargan constantemente
agua en determinadas coordenadas.
Finalmente el viernes
recibimos una llamada donde nos comunicaban
formalmente que la empresa en cuestión (Serviquim)
se encontraba autorizada a efectuar las cargas y
pasaron a detallarnos de que trata la
operatoria. |
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Como sabemos, la denominada Planta
Depuradora Sudoeste, que funciona en los limites de Aldo
Bonzi, en un predio de 14 hectáreas lindero al Mercado
Central y los parques de la Obra de Don Bosco (aunque
algunos no lo reconocen también emplazado en Aldo
Bonzi); que fuera construida por el año 1972; esta
siendo ampliada.
Esta importante ampliación que la
planta esta recibiendo, y que según el representante de
Aysa, permitirá un aumento notable de la cantidad de
familias beneficiarias del servicio cloacal; utiliza
para su ejecución importantes cantidades de agua, que no
pueden ser abastecidas por las conexiones internas de la
planta.
Por lo tanto la función de los
camiones que estamos viendo cargar en Aldo Bonzi, están
abasteciendo el agua para la obra de ampliación de la
vecina planta depuradora; actividad que no tiene una
fecha cierta de finalización, pero estaría comprendida
entre 6 meses y un año.
A Partir de nuestra inquietud y los
detalles que vertimos de como recurren siempre a las
mismas llaves exclusas, representantes de Aguas y
Saneamientos nos manifestaron que autorizaron mas puntos
de carga para los camiones, lo que resultara en menor
densidad de los mismos sobre los hasta ahora sitios;
garantizándonos que veremos una notable disminución de
actividad de esta empresa de transporte.
La única duda que nos quedo pendiente
fue la de comprender por que Aysa, siendo una sociedad
evidentemente estatal, desde su recuperación
relativamente reciente, funciona bajo la denominación de
una Sociedad Anónima. Pero es un tema de símbolos poco
importante para el caso.
Ahora sabemos en detalle de que se
tratan los transportes con agua por Aldo Bonzi.
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