VIOLENCIA
ESCOLAR
PROF. DR. HECTOR
S. BASILE |
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Nuestras escuelas
siguen siendo uno de los más seguros lugares de
convivencia social, eso no significa que la violencia en
las escuelas sea un fenómeno aislado, un accidente
imprevisible. Tampoco se puede hablar de un clima
generalizado de violencia y agresiones.
La seguridad en las
escuelas es un tema que interesa, incumbe y
responsabiliza a todos los que están relacionados con la
educación, los responsables políticos, los maestros, los
alumnos, los padres, los consejeros escolares, los
pedagogos, los psicólogos, los psiquiatras infanto-juveniles,
las colectividades locales y otras organizaciones
públicas o privadas.
Los fenómenos ligados
a la violencia en las escuelas están adquiriendo
una creciente importancia. Los sucesos trágicos
constituyen formas extremas de esa violencia y cada vez
son menos raros.
Pero la violencia no
sólo se presenta en esta forma., hay actos que atentan
contra la integridad psíquica, moral y/o física de las
personas (alumnos, educadores, terceras personas, bienes
e instituciones). Son especialmente las violencias
verbales y físicas, las amenazas e intimidaciones a
alumnos o educadores, la indisciplina, las degradaciones
de bienes escolares, etc., las que confieren un clima de
inseguridad a la vida escolar.
La violencia escolar
es sólo la “punta de un témpano de hielo” de un
problema mayor, el de la sociedad.
Se trata de un
problema que tiene toda la sociedad, en la que la
familia, la justicia y el sistema educativo deben
implicarse.
El ámbito educativo no
genera un tipo de violencia específico y en muchos casos
amortigua y ayuda a elaborar la externa (familiar,
vecinal, social).
La violencia escolar no
se genera preponderantemente en la
escuela, sino que ésta la recibe fundamentalmente del
ambiente social y familiar, y degenera en vandalismo y
agresiones hacia los docentes y los alumnos.
Las causas de la
violencia son las mismas, ya sea que ésta se manifieste
en la comunidad o en las escuelas. Está vinculada con
familias alteradas, barrios carecientes y
desorganizados, adolescentes involucrados con las drogas
y el alcohol, entre otras causas.
Los efectos
psicológicos de ser víctima o agresor pueden ser muy
negativos, tanto para el desarrollo psicosocial de los
protagonistas como para el de los que son involuntarios
testigos de esas circunstancias, quienes se acostumbran
a vivir en situaciones interpersonales que están
signadas por el abuso y la intimidación.
Hay que prestar
atención a los observadores pasivos de la violencia
escolar, que pueden sentir inseguridad, y culpabilizar a
la víctima, además de desarrollar una doble moral, que
les permite justificar la violencia, ya que piensan que
si queda impune, no debe ser tan mala.
El maltrato entre
iguales, se oculta ante los adultos porque produce
vergüenza en la víctima.
Hay muchos casos de
intimidaciones que no se denuncian por temor a las
represalias.
Algunos niños, que no
se integran bien a la vida social escolar (no
necesariamente por dificultades personales), pueden ser
objeto de burlas, insultos, actitudes peyorativas,
agresiones físicas y/o psicológicas por parte de otros
niños o jóvenes que abusan de su fuerza o de su
popularidad.
Estos tampoco son
individuos bien integrados, en general son inseguros que
buscan por medio del abuso de la fuerza ser respetados.
Si la situación no se
controla a tiempo, pueden transferir ese modelo de
comportamiento a otros ámbitos y a otras relaciones
sociales.
Escuela no es solamente
la comunidad educativa, también lo son el edificio, su
mobiliario, sus instalaciones, que son imprescindibles
para desarrollar la tarea educativa.
También suelen ser
objeto de maltrato y abandono.
Al maltrato del entorno
escolar no se le suele dar importancia.
Es menester reconocerlo,
diagnosticarlo.
CONCEPTOS:
Antes de proseguir con
el estudio de la violencia escolar definamos algunos
conceptos que nos serán necesarios para la acabada
comprensión del fenómeno.
VIOLENCIA:
• Es aquella situación o
situaciones en la que dos o más individuos se encuentran
en una confrontación en la cual una o más de las
personas resultan perjudicadas
• Es algo “evitable” que
obstaculiza la autorrealización humana, causando que las
personas que la sufren tengan posibilidades de
realización disminuidas en las esferas afectivas,
somáticas y mentales, siendo agredida física o
psicológicamente.
CONFLICTO:
Se confunde
frecuentemente conflicto con violencia, pero un
conflicto puede resolverse en forma no violenta.
El conflicto es
consustancial al ser humano, y por lo tanto es
inevitable. En cambio la violencia no es innata, debe
ser aprendida del medio, y por lo tanto no es
inevitable.
Más que evitar el
conflicto se debe saber regularlo creativa y
constructivamente en forma no violenta, ya que es una
fuente de energía y una oportunidad de cambio.
AGRESIVIDAD:`
La agresividad
puede ser considerada positiva o negativamente.
En el primer caso tiene
su objetivo en ser socialmente útil, como cuando por
subli-mación lleva a ejercer profesiones o acciones para
el bien común (cirugía, demoliciones de obra, etc)
En cuanto al
aspecto negativo, al cual nos referiremos con
exclusividad a partir de ahora en más; su fin es
lesionar a otro o a sí mismo, con intención de producir
daño, destruir, contrariar o humillar.
La agresión constituye
el acto en sí; la agresividad designa la
tendencia o disposición inicial que da lugar
a una posterior agresión.
SITUACIÓN DE ACOSO,
INTIMIDACIÓN O VICTIMIZACIÓN:
● Es aquella en la
que un alumno es agredido o se convierte en víctima como
consecuencia de estar expuesto, de forma repetida, a
acciones negativas, llevadas a cabo un alumno o
grupo de ellos.
● Por acciones
negativas se entiende tanto las cometidas verbalmente o
mediante acciones físicas y/o las psicológicas
destinadas a excluir a la víctima.
● Es necesario
distinguir, también la victimización de las
malas relaciones inter.-personales, problema más
generalizado pero de menor intensidad, donde no
necesariamente hay un desequilibrio de fuerzas.
● Por lo tanto, un
aspecto esencial es que para que haya victimización
debe haber un desequilibrio de fuerzas.
● La violencia escolar
masculina más visible suele ser contra las personas o
cosas; la femenina es más difícil de advertir porque
mayoritariamente utilizan la violencia verbal y la
exclusión.
TRES TIPOS DE
VARIABLES INTERACTUANTES
EN LA VIOLENCIA
ESCOLAR:
1-
INDIVIDUALES:
personalidad, sexo,
edad, rasgos psíquicos, trastornos psicopatológicos,
eventuales conflictos, expectativas del alumno.
2- DE LA ESCUELA Y
DEL AULA:
relacionados con los problemas violentos más específicos
de la institución y del curso.
3 - SOCIALES Y
AMBIENTALES:
familia, grupo de iguales, comunidad inmediata, medios
de comunicación, sociedad en general. Esquema Ecológico.
VARIABLES AJENAS A LA
ESCUELA:
1- Violencia
estructural derivada de la organización social:
la Violencia Escolar
sería consecuencia de la participación de los
estudiantes en esos procesos que “filtran” desde la
sociedad a la escuela.
2-
La
violencia de los medios
de comunicación
audiovisual social.
3-
Modelos
violentos
en la familia, en el
entorno inmediato y en los grupos de iguales.
4-
La
violencia que los niños sufren en su familia
y en el entorno
comunitario.
5-
La escuela, en especial el secundario
se ha mantenido al
margen de las dimensiones no académicas de la educación
(desarrollo ético o moral, inserción social, procesos
interpersonales de convivencia).
VARIABLES QUE
INFLUYEN
EN ELCOMPORTAMIENTO
VIOLENTO Y ANTISOCIAL
EN LAS ESCUELAS:
1-
EVOLUTIVAS:
proceso de desarrollo emocional y socio ético en
relación con el tipo de relaciones que los estudiantes
desarrollan con sus iguales.
2-
PSICOSOCIALES:
implica las relaciones
interpersonales, la dinámica socio afectiva de las
comunidades y los grupos dentro del os que viven los
alumnos, las complejidades propias del proceso de
socialización de los niños y jóvenes.
3-
EDUCATIVAS:
son las variables internas al propio colegio,
relacionadas con
La mayor o menor
aparición de comportamientos antisociales. Incluye:
• la configuración de
los escenarios y las actividades en que tienen lugar
las relaciones entre
iguales,
• el efecto que sobre
las mismas tienen los distintos estilos de enseñanza,
• los modelos de
disciplina escolar,
• los sistemas de
comunicación en el establecimiento, y en el aula,-
• el uso del poder y
• el clima socio
afectivo en que se desarrolla la vida escolar.-
CARACTERÍSTICAS
FORMALES:
a)Organizativas y
curriculares:
Currículum escolar,
Métodos de enseñanza,
Sistemas de evaluación
del rendimiento de los alumnos,agrupamiento de los
alumnos, etc.
b) Del Educador:
Tiempo que dedica a las
relaciones interpersonales y al grupo.
Tiempo que dedica a
cuestiones de normas, orden y disciplina.
Tiempo que dedica a
crear el clima emocional en el aula.
Al
haber soslayado esos
aspectos (se refiere a los enunciados en el cuadro
anterior), junto con el gran aumento de la población
escolar debida a la extensión del período de años de
escolaridad obligatoria, lo que condiciona la
concurrencia de alumnos que no tienen conciencia de la
trascendencia del estudio para su futuro, la escuela
secundaria tiene ahora dificultades para articular una
respuesta educativa ante la violencia y el
comportamiento antisocial de esos jóvenes.
Durante el quinquenio
1955-2000 en la Provincia de Buenos Aires creció la
matrícula en todos los niveles de enseñanza (Indec). Se
ha producido un incremento del 20 % en el total, que
actualmente alcanza a 3.943.215 alumnos; a pesar de lo
cual el 14,3 % de los adolescentes de entre 13 y 18
años, es decir 175.000, no completa la enseñanza media
(24).
Se plantea el problema
de la calidad de la educación impartida, puesto que la
mayor concurrencia de alumnos, tiene que ir acompañada
de una más alta calidad de formación, ya que en tiempos
de violencia, como los que vivimos, se torna necesario
replantear los objetivos de convivencia interpersonal,
institucional y social.
El ambiente en la
escuela estaría reproduciendo el sistema de normas y
valores de la comunidad en la que está inserta (barrio,
villa, pueblo, ciudad) y de la sociedad en general. Los
estudiantes estarían siendo, en ese sentido,
socializados en “ANTIVALORES”, como la
injusticia, el desamor, la insolidaridad, el rechazo a
los débiles y a los pobres, el maltrato físico y
psíquico, en síntesis, el modelo de relaciones
interpersonales basado en el desprecio y la intolerancia
ante las diferencias personales.
Esta situación revela
un deterioro profundo de la convivencia en el área
educativa; por lo que es necesario revisar el régimen de
convivencia escolar”.
Por una parte
educando para la convivencia, la no violencia y el
respeto por los derechos de todos y cada uno.
Se debe entrenar a
los actores de la educación (alumnos, docente, padres,
instituciones en “técnicas de negociación” para
la solución pacífica y consensuada de los conflictos.
Pero al mismo tiempo
señalar educativamente los “límites” con firmeza
y convicción, recordando la máxima ética por excelencia:
“sólo somos libres si somos esclavos de la ley”, pero no
de una ley hueca de sentido, sino de leyes de
convivencia que tengan sentido profundo por estar
motivadas en el bien común y los valores válidos para la
cultura social.
MANIFESTACIONES DEL
COMPORTAMIENTO VIOLENTO
Y ANTISOCIAL EN LAS
ESCUELAS
Pasaremos a mencionar y
caracterizar en forma muy esquemática las
manifestaciones de la violencia escolar, que revisten
aspectos antisociales, se acompañen o no de trastorno de
comportamiento disocial en el sentido del DSM IV o el
CIE 10.
Son seis las categorías
de manifestaciones de comportamiento violento y
antisocial en las escuelas. Generalmente se presentan en
forma combinada o mixta.
MANIFESTACIONES DEL
COMPORTAMIENTO VIOLENTO
Y ANTISOCIAL EN LAS
ESCUELAS
A- Disrupción en el
aula:
B- Los problemas de
disciplina:
C- Discriminación.
D - Maltrato entre
compañeros (“bullying”):
E- Vandalismo y
agresión física:
F- El acoso sexual:
G- El ausentismo:
H- Fraude o prácticas
ilegales en educación:
A-DISRUPCIÓN EN EL
AULA:
Consiste en el hecho de
que tres o cuatro alumnos impiden, por su
comportamiento, el desarrollo normal de la clase,
obligando al docente a emplear cada vez más tiempo en
controlar la disciplina o el orden. La disrupción
constituye la más directa preocupación y la fuente de
preocupación más importante para los docentes.
Aunque no pueda hablarse
con propiedad de violencia en este caso, la disrupción
es de todos los problemas estudiados, el que más
preocupa al docente en la cotidianidad de su tarea y el
que interfiere más gravemente el aprendizaje de la
mayoría de los alumnos en las escuelas. Su proyección
fuera de las aulas es escasa, porque no se trata de un
problema con capacidad de llamar la atención pública
como otras categorías.
B- LOS PROBLEMAS DE
DISCIPLINA:
Se presentan comúnmente
como conflictos en la relación entre el docente y el
alumno, corresponden al paso siguiente el señalado como
disrupción. Se trata en este caso, de conductas que
implican un mayor o menor componente de violencia, desde
la resistencia o boicot pasivo hasta el desafío o el
insulto activo al maestro o profesor, que puede
desestabilizar la vida cotidiana en el aula. No se debe
olvidar que a veces las agresiones son del docente al
alumno y no lo opuesto, pero lo habitual es que se
registre hipersensibilidad a las agresiones verbales,
insultos explícitos de los alumnos a los maestros, por
lo que se presume que agresiones que preanuncian
problemas más graves en el futuro si no se detienen con
decisión y con medidas ejemplificadoras.
C- DISCRIMINACIÓN:
Constituye el
primer paso de la violencia y a la vez opera como el
“justificativo” de futuras conductas violentas.
“Una mujer rubia y
de ojos claros, anotó a sus hijos biológicos en una
escuela sin problemas; cuando quiso inscribir a su
cuarta hija, adoptiva, una niña toba, la directora le
dijo que “la anotaba, pero no le garantizaba que la
maestra la tratara bien” (10)
En la República
Argentina, según el Instituto Nacional contra la
Discriminación (INADI) las denuncias por discriminación
en ámbitos educativos alcanzan al 15 % del total y se
concentran contra los alumnos hijos de inmigrantes
latino americanos y contra niños pobres. Cosa que se
observa últimamente entre los chicos, pero también en
los docentes y en la conducción de las instituciones
educativas.
Las actitudes de
intolerancia adoptan en las escuelas distintas
expresiones, algunas más visibles y otras aceptadas en
forma implícita por los docentes y directivos (10).
Hay discriminaciones tan
naturalizadas que los docentes no se dan cuenta de
ellas, como las que tienen que ver con el género; se
considere implícito que a los varones hay que
estimularlos en su competitividad, en tanto que las
niñas tienen que desarrollarse en la prolijidad y la
obediencia.
La forma más grave de
intolerancia y discriminación, que aumentó a raíz de la
crisis económico social, está en relación con la
pobreza, que se ha convertido en una marca de
inferioridad; entre los chicos bolita, peruca, villero,
son insultos corrientes.
“La discriminación
es parte de una gran cadena, que empieza en el sistema,
que desvaloriza a las escuelas de las zonas más
carecientes, sigue con los docentes y llega a los
chicos”.
Algunos docentes de
escuelas carecientes se sienten impotentes ante las
condiciones sociales y familiares de las que provienen
muchos niños. Algunos tienen miedo, porque hay actitudes
cada vez más violentas, y otros optan por dar clase a
los que están en condiciones de prestar atención.. Así,
la escuela que solía ser un lugar tendiente a la
igualdad, está reforzando la exclusión de los niños
discriminados.
ACOSO
Y MALTRATO ENTRE COMPAÑEROS (“BULLYING”):
Es una manifestación de
violencia intraescolar que consiste en una
combinación de intimidación y acoso.
Por lo general son niños
que amenazan a otros chicos, transformando la
intimidación en amenaza activa.
Se trata de procesos en
los cuales uno o más de alumnos acosan e intimidan a
otro (víctima) mediante insultos, vejaciones,
aislamiento social, motes, etc.
El término
“bullying” se emplea en la literatura especializada para
denominar los procesos de intimidación y victimización
entre iguales, o sea entre compañeros de aula.
Si bien no
incluyen la violencia física, este maltrato
intimidatorio prolongado, puede tener lugar durante
meses o años, siendo sus consecuencias devastadoras para
la evolución psicológica y social de la personalidad de
la víctima.
El vocablo
“bullying” ha sido acuñado en Suecia por los
trabajadores que padecen este problema en el ámbito
laboral (intimidación y amenazas realizadas por matones)
y quienes describieron el daño psíquico y físico que les
produce.
Definiremos el
significado de los COMPONENTES DEL “BULLYING”:
INTIMIDACIÓN:
(del
verbo temer), es una acción destinada a acobardar al
otro, reduciéndolo a la pasividad, produciéndole temor.
Es la acción típica de los “matones”.
La intimidación se
caracteriza por su persistencia en el tiempo
AMENAZA:
es el anuncio
hecho a una persona, advirtiéndole que se la va a dañar
o matar.
Un alumno agrede
físicamente a un compañero porque aquel lo
intimidó Y acosó cotidiana Y prolongadamente.
Se trata de una
relación víctima / victimario.
El doble juego de
la violencia queda al descubierto por el desborde de
quien fue permanentemente intimidado; el cual puede
llegar utilizar un arma para atacar, saturado por las
burlas del otro; pero en realidad, la violencia original
es la que protagoniza el acosador, presuponiendo o dando
por descontado que su víctima no contará lo que ocurre
La eficacia del
“bullying” reside en el silencio del niño agredido ante
sus padres o maestros;
porque se siente descalificado y ridiculizado (cuando se
lo descalifica como “gordo”, “negro”, “bolita”, “peruca”,
“villero”, “maricón”, etc.) por quien lo intimida, y
siente vergüenza; lo que bloquea su posibilidad de
hablar.
La humillación
resultante, asociada con la vergüenza acerca de la
propia persona, constituyen sentimientos destructivos o
persecutorios que se registran como daños a la identidad
(el niño debe tolerar el ataque debido a
que no puede eludirlo ni pedir ayuda).
Los docentes,
más preocupados por la indisciplina formal o la
violencia física, suponen que la “cargada” no es
trascendente, y así se pierde la oportunidad
de detectar la violencia encubierta, que además se
complica con la “alianza toxica víctima /
victimario”.
Por otra parte,
denunciar el acoso y la intimidación no forma parte del
imaginario social, como una forma de defender nuestros
derechos.
Podríamos pensar
– señalan
algunos autores -, que la dificultad por parte de
padres, educadores y hasta de los profesionales, para
detectar las conductas de “BULLYING” de los chicos,
estaría dada por el ocultamiento inconsciente de su
propia participación en la intimidación y acoso a los
que someten a sus hijos dentro de sus propios hogares, y
con el cual luego los hijos se identifican.
Según los datos
existentes, “el 90 % de los padres aplican algún tipo de
castigo corporal o psicológico a sus hijos, el 50%
continúa haciéndolo en la pubertad y el 20 % hasta la
adolescencia”.
Todo esto
constituye acoso, pero ninguno de los maltratados lo
denuncia, “eso no forma parte del imaginario social”; lo
que sí forma parte del mismo es que el que tiene poder,
está autorizado a ejercer la violencia hacia abajo,
porque generalmente contará con el silencio cómplice de
la víctima.
Cuando después de un
episodio de violencia, los otros compañeros descubren el
“secreto”, ya suele ser tarde.
E- VANDALISMO Y AGRESIÓN FÍSICA:
Son estrictamente
manifestaciones de violencia, contra las cosas en el
primer caso y contra las personas en el segundo.
Pese a que son los
que más impacto tienen sobre la comunidad escolar y
sobre la opinión pública, los datos estadísticos
relevados en diferentes países señalan que no superan el
10 % del total de los casos de conducta antisocial que
ocurren en las escuelas.
El aparente
incremento de las extorsiones y los robos y la portación
de armas de todo tipo en la escuela, son las conductas
que han determinado la adopción de medidas más drásticas
en los establecimientos educacionales de muchos países,
como Alemania, Francia y Estados Unidos.
F- EL ACOSO SEXUAL:
Tanto el acoso
sexual, como el “bullying”, constituyen manifestaciones
ocultas del comportamiento antisocial.
Las estadísticas
alemanas y holandesas indican que la proporción de
alumnos de escuela secundaria obligatoria admiten haber
sufrido acoso sexual por parte de sus compañeros llega
al 4% de los varones en el primer caso y al 22% de las
mujeres en el segundo.
En cierto sentido el
acoso sexual podría considerarse como una forma
particular de bullying, así como se podría considerar en
tales términos el maltrato de carácter racista o
xenófobo.
Sin embargo, el
maltrato, la agresión y el acoso sexual tienen
suficiente relevancia como para se considerados en una
categoría aparte.
G- EL AUSENTISMO:
Da lugar a importantes
problemas de relación y convivencia en muchas escuelas.
H- FRAUDE O PRACTICAS
ILEGALES EN EDUCACIÓN:
Como por ejemplo,
copiarse en los exámenes, plagio de las tareas,
recomendaciones y tráfico de influencias para modificar
las calificaciones de los alumnos y otras
irregularidades capaces de hacer de los establecimientos
educacionales una escuela de delincuentes
administrativos.
Hay manifestaciones de
la violencia escolar que por su naturaleza son
fácilmente observables como la indisciplina, la
disrupción, el maltrato físico manifiestamente violento
a los compañeros o el vandalismo contra las propiedades
o las pertenencias.
En cambio, no son tan
simple y objetivamente evidentes el acoso sexual, las
extorsiones, el “bullying” (acoso – amenaza – silencio
de la víctima por intimidación) y las manifestaciones de
maltrato psíquico y emocional.
Hay formas de violencia
escolar que afectan y preocupan especialmente a
los docentes, pues tornan poco menos que
imposible el desarrollo de la tarea escolar y el
cumplimiento de los programas, como la indisciplina y la
disrupción, a veces compitiendo con el docente por la
atención del resto del alumnado.
La violencia física
(agresiones a educadores y otros compañeros que pueden
llegar a heridas graves y a veces la muerte)y el
vandalismo contra los útiles y el edificio escolar, etc.
tienen especialmente gran repercusión en la
opinión pública.
En tanto que hay otras
formas, el “bullying”, la extorsión y el acoso sexual,
que (por lo solapadas, ocultas, desvalorizantes y por
ser generadores de pérdida de la autoestima, angustias,
depresiones, fobias, síndromes de estrés post
traumáticos, etc.)
Esto crea gran
preocupación en los alumnos, sin que ni los
docentes ni los padres tengan conocimiento de la
situación, y por lo que se hallan imposibilitados de
ayudar a la víctima, hasta que la gravedad de la
situación se hagan evidentes.
MANIFESTACIONES DE VIOLENCIA ESCOLAR
1- VISIBLES:
Indisciplina,
Discriminación.
Maltrato compañeros,
Disrupción,
Vandalismo.
2-INVISIBLES:
Acoso Sexual,
“Bullying”,
Extorsiones,
Ciertas agresiones.
MANIFESTACIONES DE VIOLENCIA ESCOLAR
QUE LE PREOCUPAN ESPECIALMENTE:
1- A LOS DOCENTES:
1.1-Disrupción,
1.2-Indisciplina.
2- A LOS PADRES Y A LA OPINIÓN PÚBLICA:
2.1-Violencia física,
2.2-Vandalismo.
3- A LOS ALUMNOS:
3.1 Discriminación.
3-2
Bullying”,
3-3
Extorsión,
3-4
Acoso sexual.
RAICES PRINCIPALES DE
LA VIOLENCIA EN LA ESCUELA:
1- COMPORTAMIENTO Y
EXPECTATIVAS DE LOS ALUMNOS:
La agresividad
instrumental es un fenómeno cotidiano que no puede dejar
De manifestarse en la
escuela.
2- LAS RELACIONES
HORIZONTALES ENTRE LOS ALUMNOS:
Son parte, o más bien,
el elemento fundamental de su aprendizaje de la
convivencia.
3- EL MEDIO SOCIAL EN
QUE ESTÁ INMERSA LA ESCUELA :
Ausencia de correlación
automática entre la presentación de conflictos y e
Área urbana en que está
ubicada la escuela.
4-LA SOCIEDAD Y LA
CULTURA EN GENERAL.
FACTORES O VARIABLES
INTERVINIENTES
EN LA VIOLENCIA
ESCOLAR
1- Personalidad
del autor, rasgos psíquicos, trastornos
psicopatológicos,
Eventuales conflictos.
II- Círculo familiar
y allegados del mismo,
III- Grupos de la
misma edad: mecanismos característicos del grupo
para
resolver los conflictos,
frustraciones o privaciones.
IV- Características de
la convivencia en el ámbito educativo.
V- Dimensión social.
A - Local. B -
General
CARACTERÍSTICAS DE
ESTUDIANTES QUE PODRÍAN PREDECIR ACTOS ANTISOCIALES
VIOLENTOS:
(REQUIEREN
DIAGNÓSTICO TEMPRANO Y TRATAMIENTO BIO PSICO PEDAGÓGICO
Y SOCIAL)
Detectables a partir
de los 8 años:
1- Falta de
integración escolar, 4 – Bajo
rendimiento escolar,
2- Rechazo de los
compañeros, 5 – Temprano abandono
escolar.
3- Escasa
autoestima,
PERFIL DEL AGRESOR:
• Está relacionado
con la frustración.
• Una sociedad muy
competitiva.
• Un futuro
incierto.
• Roles de hombre /
mujer en proceso de cambio.
• Llevan a que los
escolares se sientan inseguros e
Intenten superar sus
conflictos mediante la violencia.
• Características
individuales
• Creciente
tendencia a manifestaciones de violencia entre la
juventud.
• Aumento de la
participación de los jóvenes en delitos
• Creciente empleo
de la violencia en los delitos.
• Consumo de drogas.
• La marginalidad
que priva a los jóvenes de contención y
ámbitos de
internalización.
• Deterioro de los
lazos familiares.
• Difusión de la
cultura de la violencia en los medios.
TRATAMIENTO INTEGRAL
DE
LA VIOLENCIA ESCOLAR
PROBLEMA INTEGRAL:
SOLUCIONES INTEGRALES:
I-Para el corto
plazo:
No tolerar de ninguna
manera hechos violentos que deben ser sancio-
nados utilizándolos como
motivo de realizar conversaciones éticas con
los alumnos, sin dejar
de sancionar-los como efecto demostrativo.
II-Para el largo
plazo:
La clave es entrenar a
nuestros niños para que:
1- Aprendan a manifestar
su descontento.
2- Discutir y resolver
sus disputas.
RESPUESTA DE LA
SOCIEDAD A LOS PROBLEMAS
DE LA VIOLENCIA EN LA
NIÑEZ Y DE LA ADOLESCENCIA:
1- Políticas de
Seguridad adecuadas:
2- Política económicas y
Sociales destinadas a mejorar las condiciones
de vida:
• Mayores oportunidades
de estudio y trabajo para una amplia gama de
jóvenes que no concurren
a la escuela.
• Crear confianza en sus
mayores y las instituciones para mejorar la
comunicación entre las
generaciones y reforzar los lazos comunitarios.
LA ESCUELA TIENE QUE:
• Ser elemento de
cohesión social e integración democrática.
• Tener carácter
inclusivo.
• Prestar atención a la
diversidad.
• Entrenar en el
aprendizaje de la convivencia.
• Educar en la práctica
de hábitos y valores.
Las relaciones
horizontales entre los alumnos son el
elemento fundamental
del aprendizaje de la convivencia.
TIPOS DE ACCIÓN A
DESARROLLAR POR LA ESCUELA:
I- GLOBAL:
• Aprendizaje de la
convivencia.
• Interacciones en
relaciones Interpersonales.
• Resolución de
conflictos en la convivencia
• Práctica de hábitos
democráticos
II-
PREVENCIÓN SECUNDARIA:
Programas específicos
para
hacer frente a aspectos determinados del problema.
• Construcción de un
estilo de pensamiento para la resolución no
agresiva de conflictos;
con evaluación de la conducta previa y posterior.
• Aprendizaje y
práctica de la negociación.
• Desarrollo de
tolerancia ante diferencias personales.
• Aprendizaje de
procedimientos democráticos de confrontación verbal.
• Aprendizaje de
respeto y adaptación hacia las decisiones tomadas
Por mayoría.
• Programa cognitivo
para fomentar el desarrollo ético a través del
Incremento de la reflexión.
• Programa para mejorar
el comportamiento a través de la implicación activa en
la construcción de normas de comportamiento
por parte de la Comunidad educativa,
mediante:-
a- Análisis de las
normas implícitas y explícitas.
b- Construcción de
normas y su seguimiento.
c- Procedimientos para
asegurar su cumplimiento.
20
METODOS Y ESTRATEGIAS
DE INTERVENCIÓN Y PREVENCIÓN:
PLANES Y PROGRAMAS DE
PREVENCIÓN:
La escuela es el lugar
de comunicación de experiencias donde la sociedad puede
verse a sí misma, y donde los futuros adultos deben
descubrir la importancia de sentirse aceptados y
respetados para aprender a crecer felizmente; analizar
las causas y efectos del maltrato entre compañeros;
descubrir la importancia de los valores, la autoestima,
la convivencia y respetar las diferencias entre las
personas; concienciar la importancia del cuidado del
entorno (escuela) para una buena educación; del edificio
escolar como un lugar de paso, que será utilizado por
otros niños que tienen derecho a tener instalaciones
dignas, etc.(18), (19), (20).
A continuación se reseña
una síntesis de los programas de prevención de la
violencia escolar que pueden ser utilizados (existe
experiencia mundial al respecto) en nuestro medio.
METODOS Y ESTRATEGIAS DE
INTERVENCIÓN Y PREVENCIÓN:
Los mismos pueden ser
agrupados, de acuerdo a sus objetivos,
en la siguiente forma:
1- Dirigido a la
formación de docentes especializados y a coordinar
interinstitucionalmente la acción programada.
2- Dirigido sensibilizar
a la sociedad en general.
3- Encaminado a
sensibilizar contra la intolerancia.
4- Destinado a
sensibilizar contra la violencia, la explotación y el
racismo.
5- Reflexionar sobre la
violencia urbana.
6- Para intervenir sobre
los grupos marginales.
7- Adaptar la
intervención a las características evolutivas de la
adolescencia.
8- Adaptar la
intervención a las características de la realidad
concreta de cada escuela
9- Destinado a potenciar
los contextos educativos.
10- Diseña metodología
para ser usada transversalmente en varias materias
simultáneamente
11- Reflexionar sobre la
violencia escolar desde la experiencia personal.
12- Estimular y educar
la formación de hábitos no violentos
VIVIR ES CONVIVIR.
Sus objetivos generales
son establecer un mecanismo operativo de coordinación
interinstitucional, para que todos los miembros de la
comunidad educativa, persigan el logro de altos
índices de convivencia y eduquen en la no
violencia, al mismo tiempo que aumentar los niveles
de convivencia dentro del establecimiento educativo y en
su entorno comunitario.
Este Diseño
metodológico debe ser usado transversalmente en varias
materias simultáneamente.
ESTIMULAR LA
TOLERANCIA Y EL RESPETO A LA DIVERSIDAD.
Se pretende aportar una
metodología para trabajar la tolerancia en el aula a
través de material de ayuda para el profesor y el
preceptor para el desarrollo del tema con los alumnos, y
ser utilizado en las distintas áreas del conocimiento
(música, lengua, historia, Prácticas de Ciudadanía,
Saludos y Adolescencia, etc.), de manera transversal.
Favorecer en el aula la cooperación y la ayuda
mutua, procurando que no se genere entre el alumnado un
clima de competencia extrema que pueda general
violencia.
Reflexionar sobre
la violencia escolar desde la experiencia personal.
EDUCAR PARA LA
PAZ.
Se propone reflexionar
sobre las distintas manifestaciones de violencia y las
causas que la originan. Para lo cual es necesario
analizar con los alumnos el mundo que los rodea,
formulando alternativas personales, facilitar y
desarrollar el diálogo, el respeto y la participación,
enseñar a extraer los aspectos positivos de una relación
conflictiva para poder aportar soluciones constructivas.
La metodología parte de
la experiencia personal, para después
investigar, reflexionar y exponer las razones que llevan
a una toma de posición concreta. Con esto se quiere
formar a los alumnos para que sean críticos consigo
mismos (amigos, familia, etc.) con los demás (guerra,
violencia social) y con el medio (ecología, derechos
humanos).
Estimular y educar
la formación de hábitos no violentos
EDUCAR PARA LA NO
VIOLENCIA.
Se entienda por ello
resolver los conflictos personales y sociales sin
perjudicar física o psíquicamente a las personas
implicadas. Para ello se tratará que los alumnos
desarrollen un hábito de comportamiento no violento,
es decir que aprendan a no pegarse entre ellos, no
reírse de otros compañeros, enseñarles a dialogar,
escuchar a los demás, esperar el turno para exponer sus
ideas. La metodología se basa en el juego en equipo.
VIOLENCIA Y XENOFOBIA
ESTUDIANTILES
Un dato alarmante de
la realidad nacional es el alto nivel de violencia y
discriminación que se nota entre los adolescentes. Más
aún si esa percepción surge de investigaciones, como la
realizada por el Instituto Gino Germani de la Facultad
de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires,
de la cual el resultado es más preocupante aún: más de
la mitad de los jóvenes de edades comprendidas entre los
15 y los 19 años ha ejercido o ha sufrido episodios
violentos.
Muchas de las formas
de violencia advertidas por los investigadores se
parecen a las que siempre existieron entre nosotros e
incluso en otros países, como los golpes de puño o las
distintas formas de ridiculizar o disminuir al
compañero. Esas actitudes forman parte de la cultura
adolescente desde hace mucho tiempo y se las puede
encontrar a menudo en la literatura, como ocurre por
ejemplo en algunos relatos de Dickens.
De todas maneras, el
clima es notoriamente distinto. Las hostilidades entre
adolescentes o grupos de adolescentes toman hoy aspectos
diferentes que los investigadores relacionan con sus
dificultades para encontrar un lugar en un mundo que no
está diseñado para ellos, comenzando por una escuela que
no siempre es capaz de ponerse en sintonía con sus
deseos, sus apetencias y sus necesidades de cultura y
comunicación.
En
las escuelas se han registrado en los últimos años
episodios de violencia sin antecedentes históricos,
como las agresiones a los docentes, que en algunas
ocasiones terminaron en muertes, o los arrebatos
demenciales de chicos que atacaron con armas de fuego a
sus compañeros, de los cuales uno de los casos más
tremendos se produjo en una escuela de Carmen de
Patagones.
Los adolescentes ven la violencia como algo natural,
según la investigación, lo cual refleja inquietantes
signos de machismo y xenofobia, particularmente contra
los gitanos, los judíos y los orientales.
Otra señal preocupante es la discriminación contra
inmigrantes latinoamericanos entre los cuales, como
índice curioso e increíble, están incluidos los
uruguayos, pocas veces mencionados antes del conflicto
generado por la instalación de las pasteras.
Las rivalidades entre colegios físicamente cercanos,
como sucede en varios establecimientos de nuestra
ciudad, vienen manifestándose desde hace largo tiempo.
En otras épocas no pasaban de desafíos que no iban más
allá del deseo de demostrar superioridades o delimitar
territorios. Lo que se puede ver hoy es una actitud
basada específicamente en la agresión, que parece
participar de los mismos niveles de agresividad de la
sociedad entera y a la cual se han sumado las mujeres,
que tradicionalmente no participaban de esas
demostraciones.
Por cierto, una sociedad desquiciada en muchos aspectos
no puede pretender adolescentes bien centrados ni
influidos por los mejores valores. El informe de estos
investigadores es, de todos modos, optimista, y pone el
acento sobre la necesidad de modificar los climas
escolares. En una escuela cuyo divorcio con la realidad
alcanza picos peligrosos se trata de una recomendación
muy positiva.
La realidad, empero, demanda un cambio profundo en
materia de prevención de este tipo de actitudes. Si más
de la mitad de los jóvenes ha ejercido o ha sufrido
episodios de violencia, la tendencia no parece ser
declinante, sino inquietante. Frente a ello, nada sería
mejor que reformular el mensaje que los mayores estamos
transmitiéndoles a las nuevas generaciones, de modo de
no echarles a ellos, en forma exclusiva y excluyente, la
culpa de nuestros propios errores.
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